Cómo preparar un clásico Risotto de Hongos, compartimos todos los secretos para obtener el mejor resultado en casa.

Risotto con Hongos, un clásico italiano para disfrutar en casa

El risotto es uno de los platos insignia de la cocina italiana, famoso por su textura cremosa y sabor reconfortante. Originario del norte de Italia, específicamente de la región de Lombardía, este plato ha ganado popularidad mundial por su versatilidad. A partir de la base de arroz Arborio –conocido por su capacidad para absorber sabores y liberar almidón necesario para su cremoisdad– el risotto permite infinitas combinaciones, desde las clásicas con azafrán, como el risotto alla milanese, hasta versiones con mariscos, vegetales y, por supuesto, hongos.

En esta receta combinamos los funghi porcini y los portobellos para dar lugar a un risotto intensamente aromático y delicioso, combinando sabores y texturas, ideal para quienes buscan una experiencia gourmet en casa.

Video de la Receta

Ingredientes

Arroz Arborio 1 Taza (200 Gr.)
Funghi Porcini 10 Gr. (hongos secos)
Hongo Portobello 2 u.
Media Cebolla
Ajo 1 diente
Aceite de Oliva 2 Cdas.
Vino Blanco 50 Ml.
Queso Parmesano 50 Gr.
Manteca / Mantequilla 20 Gr.
Caldo de Verduras 500 Ml.
Sal a gusto
Pepperoncino a gusto (ají picante)

Rinde 3 a 4 porciones.

Procedimiento

Antes de comenzar, debemos hidratar los Funghi Porcini. Cubrir con agua caliente y reservar unos 10 minutos.
Lavar y cortar los Portobellos en trozos y reservar.

En una sartén u olla amplia, colocar 10gr. de manteca (1 cucharada) junto con 1 Cda. de aceite de oliva.
Una vez fundida la manteca, añadir la cebolla picada junto con el ajo también picado.
Añadir sal a gusto y cocinar sobre fuego medio unos 5 minutos hasta que la cebolla esté translúcida.

Retirar los funghi porcini del agua y cortarlos en trozos. Reservar el líquido para más adelante.
Añadir ambos hongos a la sartén. Condimentar con pepperoncino (o pimienta) y cocinar por 2 o 3 minutos.
Añadir 1 Cda. de aceite de oliva y colocar el arroz.
Cocinar y mezclar hasta “nacarar”, cuando el arroz se vuelve brilloso.
Añadir vino blanco y cocinar unos minutos para evaporar el alcohol.
Verter todo el líquido de los hongos y continuar la cocción hasta que absorba, mezclando constantemente.

Añadir caldo de a poco hasta cubrir el arroz y mezclar constantemente hasta que se absorba por completo. A partir de ahora se repite el procedimiento, añadiendo caldo y mezclando constantemente hasta que el arroz esté cocido.
Debe estar al “dente”, debe ser suave pero ofrecer resistencia.
En ese momento añadir 10gr. manteca y el queso parmesano. Mezclar intensamente hasta incorporar y ya está listo para servir.

El toque final de manteca y queso termina de definir la cremosidad y punto de nuestro risotto, recomendamos que lo tengan muy en cuenta al momento de realizar la receta.

Opcionalmente añadir perejil picado y servir en el momento. Ideal acompañar con una copa de vino blanco seco.

La importancia de los pasos y técnicas

Preparar risotto no solo es un arte, sino un ejercicio de paciencia y dedicación, ya que el secreto está en agregar el caldo de a poco, permitiendo que el arroz suelte su almidón y que cada grano absorba todo el sabor.
Además, no se debe sobre-cocinar el arroz, por eso también se añade caldo de a poco a medida que el arroz lo necesita.
Y el toque final terminar de dar sentido a todo el plato, la cremosidad que aporta la manteca y el sabor del queso, son simplemente ideales.