Para empezar, prepará el café (el que más te guste) dejalo en friar y bolcalo dentro de un bowl, luego agregale el Ron. Tené en cuenta que el diámetro del bowl sea un poco más grande que el largo de tus vainillas, acá es donde vas a remojarlas más adelante.

Esta debe ser la parte más difícil de la receta, no te asustes, tampoco es tan difícil. Lo que hay que hacer es separar las yemas por un lado y las claras por otro. Esto lo podés hacer de la típica manera, rompiendo con cuidado el huevo, separando la cascara en dos partes y sobre un bowl pasas la yema de una cascara la otra dejando caer la clara. Si esto te parece muy difícil buscá en youtube que hay miles de maneras de hacerlo.
Un dato IMPORTANTÍSIMO es que en el bowl de las claras no tiene que haber ni el más mínimo rastro de yema, vamos vos podés!!

Sigamos con el bowl de las yemas, agregá el azúcar y batí hasta lograr una mezcla cremosa. Esto lo vas a hacer a “baño maría”, es decir, que vas a poner agua en una cacerola mas chica que tu bowl, la vas a hervir y luego dejar a fuego suave mientras batís las yemas con el azúcar.
Una vez que lográs la textura cremosa retirás del fuego y listo.
Esto se hace para “pasteurizar” los huevos y evitar problemas, con este baño maría les damos una cocción suave pero necesaria para eliminar las bacterias.

Agregá el mascarpone e incorporá bien hasta unificar.

Ahora vamos con las claras, de nuevo a baño maría vas a batir (te recomendamos utilizar batidora eléctrica, no queremos cansarte tanto) hasta lograr el punto nieve.

Así como los separamos, ahora volvemos a unir la clara (ahora a punto nieve) con las yemas. Vas a agregar la claras de a poco en el bowl de las yemas y a integrar con una espátula haciendo movimientos envolventes, sin batir. Listo, ya tenemos nuestra crema de mascarpone, dejala a mano que seguimos con el armado.

Acercate el café, las vainillas, el cacao y nuestra crema de mascarpone. Elegí la fuente más linda que tengas, la idea es que sea más amplia que alta pero tampoco afecta tanto.
Empezá a mojar las vainillas en el café, esto debe ser bien breve, a penas las sumergis, las sacás y colocás sobre la fuente. Si se te pasa y absorbe mucho liquido, convidásela al que tengas cerca o comela vos, no la pongas en la fuente porque te va a complicar la vida más adelante, hacenos caso!

Una vez que cubriste toda la base, espolvoreá cacao sobre las vainillas.

Y ahora sí, poné la primera capa de crema, no escatimes, que cubra bien toda la superficie.

Ponés la segunda tanda de vainillas, agregas cacao y de nuevo cubrís con crema.

Para darle el toque final, cubrí con cacao toda la superficie y listo!!
Llevala a la heladera por un tiempo mínimo de 3 horas y ya está lista para porcionar y servirla.